Evento de San Valentín 2019 – ¡No quiero sufrir los deseos de un dios troll!

Participantes: Shisei, Tanuki, (Woh)Carolina, Touka-chan


Cuando el portal apareció bajo sus pies, nadie tuvo ni siquiera la oportunidad de decir «¿Eh?» antes de verse succionados hacia otro mundo.

El problema con el portal es que esta no era una historia sobre aventuras normal. No fueron a parar a un mundo de fantasía, donde un grupo de personas les pidieron salvar al mundo en tropel. Ninguno de los 25 alumnos era un antiguo Héroe que regresaba al mundo que salvó. A nadie le apareció una ventana de Estado, y definitivamente, ninguno tenía habilidades trampa.

El primer mundo en el que cayeron consistió sólo en… plantas. Los árboles les tapaban su visión, y no habían pasado ni siquiera dos minutos desde que llegaron que algunas plantas carnívoras estiraron sus raíces, tomaron a cinco de los chicos que miraban la escena confundidos, y se los llevaron entre la espesura. Nadie llegó a decir nada, esas cinco personas ni siquiera llegaron a gritar.

—¿Plantas? ¡¿Eso fueron plantas?!

En el momento en que se dieron cuenta de que sus compañeros acaban de ser asesinados por algo, un nuevo portal se abrió bajo sus pies, y nuevamente se encontraron viajando a través del espacio.

El viaje ni siquiera fue tranquilo. Los veinte jóvenes restantes sintieron sus entrañas subir y bajar al revolcarse por su estómago. La cabeza comenzó a darles vueltas, y algunos no soportaron la presión de la magia. Así que cuando llegaron al siguiente mundo, ahora eran catorce.

Esta vez, los estudiantes comprendieron un poco más la situación. Aunque no entendían qué la había causado, dónde estaban o por qué estaba sucediendo, nueve de sus amigos acababan de desaparecer. Lo único que sabían con seguridad a esta altura, era que estaban en peligro.

Sin embargo, antes de que pudieran idear algún plan, incluso antes de que pudieran entrar en completo pánico al ver sus opciones tan reducidas, un crujido resonó por el lugar. Con horror, todos bajaron su mirada para notar que estaban en una tundra, y bajo sus pies, la fina capa de hielo comenzaba a resquebrajarse.

Para cuando el portal apareció de nuevo, seis de sus compañeros ya se encontraban en el agua congelada.

Varios mundos más tarde, cuatro jóvenes se tomaban de la mano con fuerza. Ya no tenían esperanzas de sobrevivir o comprender la situación, pero ninguno sabía qué hacer. Nada tenía sentido, así que buscaron confort en los demás.

En ese nuevo mundo, pasaron más de media hora temblando de miedo, pero ningún portal nuevo apareció.

La muerte y la podredumbre rodeaba a (WoH)Carolina Fujoshi , Tanuki , Skyler y Shisei. Sin darse cuenta habían pasado por tantos portales que se habían mareado.

En ese mundo, muchas personas parecían estar festejando como locos. Las bebidas corrían y, viendo que ya había pasado más de media hora y no había aparecido ningún portal nuevo, los cuatro se pusieron a festejar. Antes de que pudieran notarlo, ya tenían bebidas en sus manos, y bailaban y disfrutaban sin saber qué se celebraba exactamente. El ambiente se fue animando, y ellos se creyeron a salvo en un mundo donde, al parecer, se había acabado una gran batalla. Sin embargo, sus compañeros de fiesta poco a poco fueron desnudándose, y en más de un lugar se comenzaron a formar orgías sin preocuparse por los géneros.

Los invocados, al darse cuenta de que este mundo no era diferente a los anteriores, pretendieron huir, pero era demasiado tarde. El alcohol afectaba sus sentidos, y ninguno pudo ofrecer demasiada resistencia a los extraños.

Entonces, sacando fuerza de la adrenalina, Carolina le lanzó tierra a algunos y tomó la mano de Skyler para que ambas salieran corriendo.

Mientras ellas dos corrían, sus otros dos compañeros tenían problemas. Nadie sabía dónde estaba Shisei, y Tanuki estaba a punto de ser atacado, cuando de repente, una de las personas de ese mundo apareció de entre los arbustos, tomó a Tanuki y rápidamente comenzó a correr.

—¡¿Quién eres?! —gritó Tanuki, pero debido al alcohol sus palabras se deslizaron levemente, incapaz de formularlas a la perfección. Su salvadora, no obstante, le comprendió sin problema.

—Me llamo Touka. ¡Y si quieres sobrevivir, entonces corre ahora y pregunta luego!

Sin embargo, Tanuki no estaba en condiciones para correr a ningún lado. Viendo que iban a atraparlos en cualquier momento, Touka chasqueó la lengua y, antes de que él pudiera detenerla, lo cargó entre sus brazos al estilo princesa.

—Uff. ¡Sí que pesas!

—¡¿Disculpa?!

Al darse cuenta de que Tanuki comenzaría a gritar, Touka sacó una banana que tenía en el bolsillo y se la dio.

—Toma, ahora mantente en silencio mientras nos saco de aquí.

Todos ellos se sentían estresados, aterrados y felices de no haber bebido las copas moradas que habían circulado por la fiesta pero que ellos no tomaron.

Skyler y Carolina corrían delante de ellos, Touka respiraba con dificultad por estar cargando al mapache, y nadie sabía nada de Shisei.

Fue ese pensamiento el que finalmente hizo sentir a Tanuki que había llegado a su límite.

Hizo que le bajaran de su posición de princeso y miró a toda la horda de seres salidos que no habían dejado de perseguirlos. Se concentró en el deseo de proteger a sus compañeras dentro de su pecho y, sin darse cuenta, de sus labios salió una frase que había escuchado años atrás en su niñez:

—Y en nombre de la luna yo os castigaré…

Por suerte para todos, no apareció el traje de Sailor Moon. Por el contrario, sus perseguidores ahora estaban embutidos en trajes sado-masoquista.  Ellos se miraron los unos a los otros con ojos lascivos, y se olvidaron del grupo. Carolina se detuvo unos segundos a observar la escena yaoi desarrollándose frente a sus ojos.

—No puede ser… Pensé que era el uke…

—¡¿Te parece que es momento para eso?! Además, ¡ya es hora de que te pongas al día! ¡Nada es lo que parece!

—¡Pero tiene cara de uke, actitud de uke y aura de uke! ¡¿Entonces por qué no es el uke?!

—¡¿Y CÓMO QUIERES QUE YO LO SEPA?! ¡EL UKE TAMBIÉN PUEDE SER MENOR DE EDAD!

—¡ESTO VA CONTRA SU NATURALEZA! ¡DEBÍA SER EL UKE!

—¡YA DEJEN DE GRITARSE LAS DOS Y CORRAN! —les gritó Tanuki.

—¡Esto es importante! —exclamaron Skyler y Carolina al mismo tiempo.

—¡Un pajarito! —gritó Touka.

—….

Ninguno sabía por qué Touka se había parado de repente a observar a las aves, pero su comentario logró despertar a los otros tres, quienes dejaron de discutir y volvieron a correr.

El mundo era una locura. No sabían en qué realidad paranoica habían caído, quién o qué era el dios que estaba jugando con ellos, y por cuánto tiempo más tendrían que huir.

Sin embargo fuera quien fuera la deidad que comenzó todo sería mejor que dejara de jugar con ellos pues ya estaban cansándose… Nada de lo que les había pasado les gustaba y aún menos lo entendían. Perdieron a todos sus compañeros, tenían hambre, frío y miedo, y ya no podían más.

Por un segundo pensaron que estaban a salvo, pero cuando por fin comenzaron a relajarse, una risa malvada apareció en sus mentes. Parecía estar disfrutando de su sufrimiento.

—¿Qué puede salir peor? —preguntó Tanuki. Las otras tres lo miraron con furia, pues todos saben que nadie debería preguntar eso cuando la situación ya es mala.

La risa volvió a resonar, y cuando se dieron cuenta, Tanuki se encontraba en el traje de Sailor Moon, y sobre él el vestido de La Dama de la Rosa, y Carolina y Skyler iban vestidas de Utena Tenjo.

Cayendo en la desesperación, Tanuki tomó un cuchillo.

Enloquecido, se dejó llevar por el miedo que lo asaltó sin descanso y se giró hacia sus tres compañeras.

—Un sueño…

—¿Qué? Tanuki, ¿qué haces con eso? Además, habla más fuerte, no se te entiende nada —le dijo Touka, algo preocupada por el cambio repentino de actitud de su compañero. Las otras dos decidieron mirar la situación y dejarle a su amiga que averiguara lo que le sucedía al mapache. Aunque ambas estaban preparadas para intervenir de ser necesario.

—Es un sueño… ¡Todo esto es un sueño! ¡Si no, ¿por qué estaríamos en esta situación?! ¡Nada tiene sentido!

—Tanuki, por favor..

—¡No, Touka! ¡Tengo un traje de Sailor Moon, y un traje de La Dama de la Rosa! ¡Si eso no es una señal de que esto es un sueño, entonces ya no sé qué lo sería! ¡Por lo tanto, debemos morir! ¡Si morimos saldremos! ¡Volveremos a casa!

—¡Tanuki, eso es una locura!

—¡LOCURA ES LLEVAR DOS COSPLAY AL MISMO TIEMPO!

En ese momento, Skyler y Carolina comprendieron que su amigo había perdido la cordura del todo, y que si seguía de esta forma acabaría haciendo algo de lo que se arrepentiría. Así que entre las dos lo atraparon, Skyler de sus piernas y Carolina sus manos. Sin embargo de alguna forma el mapache se las arregló para soltarse.

Carolina no quería hacerlo, pero no tenía más opción. Usó sus poderes mentales para congelar a Tanuki mientras Touka desgarraba parte de su vestido para esposarlo.

No obstante, la situación ya les había llegado a todos. No sólo el mapache había perdido la razón, sino que Touka también comenzó a enloquecer.

Se sintió cansada de que su compañero se llevara el protagonismo. ¡Ella debería ser la más importante! ¡Ella fue quien lo salvó, ¿por qué es que nadie se fijaba en ella?!

Entonces escuchó una voz horrible llamándola. Mientras sus otras dos amigas se gritaban intentando contener al mapache, ella escuchó con atención las palabras que aparecieron en su mente, y aprovechando un momento de silencio en la discusión, las gritó con fuerza.

—¡Omae wa mou shoundeiru!

Ante la mirada estupefacta de las otras dos, corrió a una velocidad sin precedentes y le robó el teléfono a Carolina. Con él, golpeó a Tanuki, quien se desmayó de inmediato, y tomó a Skyler de la mano para salir corriendo.

—¡Ja! ¡Miren quién ríe último!

—¡Eso no tiene sentidoooooooo! —gritó Skyler que ya no entendía nada de nada y se dejaba llevar sin ofrecer resistencia.

—¡Ahora nos vamos a buscar a Shisei! ¡Ella nos está observando desde algún lado, estoy segura!

—… Ya no quiero saber más nada.

Cuando los hombres amenazaron con seguirlas, Touka les tiró la cáscara de la banana que llevaba. El perseguidor se tropezó y se murió de inmediato por el golpe en la cabeza.

El grupo aterrorizado no sabía si tener más miedo del grupos de alocados amantes ikemens o de los trajes que una deidad loca parecía querer darles. En el punto más álgido del terror, todos… se despertaron de golpe.

Estaban en una habitación de estilo japonés que todos reconocieron como la cabaña a donde fueron de vacaciones durante el fin de semana.

Al principio se miraron confundidos, pero entonces recordaron el día anterior, cuando Tanuki decidió ponerle al guiso una extrañas setas de procedencia desconocida.

Skyler y Carolina fulminaron a Tanuki con la mirada, y le juraron que a partir de entonces tendría el flan prohibido hasta que dijeran lo contrario. Touka tenía la mirada perdida, y Shisei miraba a todos sus amigos confundida, pues ella fue la única que no había probado de esas extrañas setas.

Así, asegurándose de quemar la comida, ya no tendrían más pesadillas… Porque todo fue un sueño… ¿o no?

De fondo, todos escucharon una voz riendo…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *